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Arquitectos: BAK arquitectos
- Área: 414 m²
- Año: 2013
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Fotografías:Inés Tanoira
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Esta obra es el resultado de un proceso que se inicia en el año 2004 con la construcción de una casa de veraneo en el bosque de Mar Azul.
Se trataba de intervenir en un territorio de gran valor paisajístico, dueño de una potente presencia agreste, que paulatinamente se viene domesticando debido a la proliferación de obras con una búsqueda formal de carácter entre bucólico y pintoresquista que en nada remiten a ese entorno ni a este presente.
El proyecto fue encarado como una oportunidad para proponer formas, materiales y usos alternativos, en sintonía con ese particular ambiente. La búsqueda se orientó entonces, hacia una arquitectura propositiva de un uso más relajado de la vivienda y cuya materialidad y formalización fuese el resultado de una voluntad de pertenencia a esa realidad preexistente. Es así como, el reconocimiento del particular microclima del bosque marítimo de Mar Azul y las atmosferas que recrea, tanto como la necesidad de concretar la construcción a distancia, resultaron determinantes de las decisiones estético-constructivas que definieron la obra.
La necesidad de captar la luz en la espesura del bosque dio lugar a concebir la vivienda como un “semicubierto” y resolverla entonces con grandes paños de vidrio que desde adentro posibilitaran vistas en todas direcciones y desde afuera reflejaran el paisaje permitiendo que la casa se mimetizara con el mismo. La decisión de acelerar los tiempos de ejecución para posibilitar el seguimiento de los trabajos a 400 km de distancia definió la construcción con hormigón a la vista. Se evaluó que la sombra reinante permitía utilizar este material ya que la misma suministra suficiente protección térmica desde la primavera hasta entrado el otoño. Su acondicionamiento para el invierno, dada su condición de casa de veraneo, no era relevante (aunque por supuesto estuvo previsto) y la aislación hidrófuga podía resolver con un hormigón de gran compacidad y con un estudio de la forma de la envolvente de manera que la evacuación del agua de lluvia se realizara muy velozmente. Se esperaba además que la calidad expresiva del hormigón visto moldeado con encofrado de tablas de madera pudiera resultar de una presencia contundente y mimética a la vez, permitiendo así que la obra conviviera en armonía con el paisaje.
En síntesis, una envolvente de dos únicos materiales: hormigón y vidrio, resultó la apropiada para resolver la integración con el paisaje y dar respuesta a los temas formales, estructurales, funcionales, de terminaciones y de mantenimiento. Con estos conceptos fue pensada y construido el Complejo V+D.
El lugar
Se trata de dos lotes en un médano de relieve pronunciado, aptos para construir dos unidades habitacionales en cada uno. Si bien se encuentran rodeados de un frondoso bosque de coníferas cuentan con escasas especies propias de pequeño porte ya que fueron plantadas hace pocos años.
El encargo
El pedido de los comitentes fue complejo de 4 unidades de viviendas para alquilar durante todo el año, con un sector de piscina, solárium y depósito común. Las unidades debían estar aisladas entre si y contar con expansiones, sector de parrilla y estacionamiento propio. La cantidad de ambientes disponibles en cada unidad sería parte de la propuesta del estudio así como el programa de necesidades de las mismas. Los metros cuadrados a construir serían los máximos permitidos según código.
La propuesta
El proyecto resultante tenía que cumplir con algunos objetivos primordiales: preservar la escasa arboleda existente, respetar el relieve del lote no sólo por mantener el paisaje natural, sino también para reducir costos de movimiento de arena y hacer más interesante y variada la relación entre las viviendas y el territorio y por último hacer viable el emprendimiento, ajustando la ecuación costo beneficio ya que se trata de una inversión con fines comerciales. Se propuso entonces utilizar un único tipo de vivienda que espejado y ubicado a diferentes alturas siguiendo el relieve del terreno, aporte variedad al conjunto. La ubicación en planta de las unidades responde a la búsqueda de privacidad entre las mismas La unidad es un cubo (al que se le adosa como mochila el volumen de los baños) de rigurosa modulación, de doble altura y dividido en cuatro unidades espaciales diferenciadas por la ubicación de la escalera, el equipamiento fijo y las alturas variables.
La organización funcional de la unidad
Se ingresa a la vivienda por el eje de la planta. Hacia un lado se presenta el estar, dividido en dos sectores de diferente uso, por el hogar y una variación de alturas libres. Al otro lado se encuentra el comedor y la cocina con salida a la expansión privada con sector para la parrilla. Subiendo y enfrentados se encuentran los accesos a los dos dormitorios, el principal con baño y terraza de uso exclusivo.
La construcción
El conjunto está construido con losas y tabiques de hormigón a la vista realizado con encofrado de tablas de pino. Se utilizó un hormigón H21 con el agregado de un fluidificante para que esta mezcla con escasa cantidad de agua al fraguar, resulte de mucha compacidad y no requiera de impermeabilización y por ende tampoco de mantenimiento. Los pisos son de paños de alisado de cemento divididos por planchuelas de aluminio. Los revestimientos de baños son de venecita. Los deck sobre terreno natural y sobre terrazas son de madera de pino tratada y protegida con impregnante. Las aberturas son de aluminio anodizado color bronce oscuro. La calefacción se resolvió con un sistema que combina piso salamandra y equipos de aire caliente.
Mobiliario
Salvo las camas, sillones y sillas el resto del equipamiento de las viviendas está resuelto en hormigón.